
Las mascotas, con su amor incondicional y la responsabilidad que conlleva cuidar de ellas, enriquecen nuestras vidas. Nos enseñan la importancia de la empatía y la atención constante, fortaleciendo nuestros lazos y recordándonos que, en el cuidado mutuo, encontramos un propósito más profundo y una conexión que perdura